Dos años después de que un consorcio de empresas españolas consiguieran adjudicarse el concurso de construcción del AVE de la Meca a Medina, las esperanzas de las empresas españolas están ahora en otro tren de alta velocidad, el que unirá Kuala-Lumpur con Singapur.
Ese fue uno de los principales objetivos del viaje a Malasia con el que el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo concluyó su gira por el sudeste asiático. 300 kilómetros por los que ahora y 12.000 millones de euros es la cifra del negocio en el que, una vez allanado el camino con el apoyo político del Gobierno, trabajarán las empresas españolas, como se hizo en su momento con el de la Meca, para el que hizo falta viajes del entonces deministro de Fomento, José Blanco, e incluso la intermediación del Rey don Juan Carlos.
Pero no es el único gran proyecto que puede salir de este viaje. Hay en juego una inversión de 20.000 millones de euros en una primera fase, que podrían alcanzar los 69.999, para la construcción de un proyecto energético en Malasia, que incluiría la construcción de una petroquímica y de una refinería. Los empresarios que han acompañado al ministro en este viaje están contentos.
Así lo dijeron ayer Manuel Teruel, presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio de España, y el vicepresidente de la CEOE y presidente de Cepymel Jesús Terciado. Era el momento de venir y hacer negocio en el sudeste asiático. El ministro ha cumplido, dijeron, ahora les toca trabajar a ellos.