Tras el varapalo que supuso para los fabricantes de trenes el retraso del AVE a Brasil el siguiente objetivo está a la vuelta de la esquina. Talgo y Siemens pujan por un megacontrato del AVE de 3.000 millones de euros en Turquía.
Aunque todavía no están concretadas las condiciones, los pliegos se esperan para el primer semestre de 2014, se sabe que los requerimientos del Gobierno turco son en un alto porcentaje de trenes de alta velocidad (que alcancen 300 kilómetros por hora) y las necesidades para dar cobertura a la nueva red que se está poniendo en marcha en Turquía es de un centenar de unidades.
Sobre el papel, todos los grandes fabricantes se presentarán al concurso, pero ya hay algunos de ellos que están prácticamente descartados. Es el caso de Alstom. Aunque a finales del año pasado logró un contrato de mantenimiento para poner a punto trenes de alta velocidad que unen las primeras líneas de grandes prestaciones del país (Ankara-Eskisehir y Ankara- Konya), las posibilidades del fabricante francés son escasas por motivos políticos.
La UE ha retomado el diálogo para que Turquía se adhiera a la alianza, pero Francia (como ya ocurriera hace tres años) sigue reticente a su incorporación pese al apoyo total de Alemania.