Llegan buenas noticias a la construcción. En concreto, en la licitación pública, ese maná en forma de decenas de miles de millones de euros con que las administraciones regaban el sector durante la época de la bonanza. Aunque quedan lejos aún los 46.701 millones adjudicados en 2006, es vital para el sector que parezca haberse alcanzado el deseado suelo en una caída que parecía imparable. Y es que, salvo sorpresa , por vez primera en los últimos siete años habrá un crecimiento anual en la inversión de las administraciones en obra pública.
Tras cuatro meses consecutivos de ascensos, el volumen de obra pública licitado al cierre de octubre ascendía a 7.204,9 millones de euros, un 10,7% más que el de hace un año. Consciente de esa evolución, el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, Juan Lazcano, prefiere ser cauto y apostar por la estabilización. ‘En el ámbito autonómico las caídas parecen inevitables mientras prosiga el ajuste’, señala. Sin embargo, en los ayuntamientos ‘tenemos la esperanza de que continúe repuntando la inversión’. El motivo: que cerca de 5.000 de los 8.100 municipios existentes en España tienen superávit presupuestario, ‘y Hacienda ha abierto la vía para que ese remanente se pueda ir destinando a obra pública’, apunta Lazcano.
Respecto al Estado, también hay diferencias ostensibles. Frente al aumento de poco más del 8’5% en las licitaciones de Fomento, las inversiones del departamento de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se han disparado un 108,5% de enero a octubre.
Sin duda, un buen motor para mantener esta recuperación que se atisba en la obra pública, sobre todo tras el retroceso del tren de alta velocidad, el que fuera uno de los motores del sector. Mejor suerte han tenido las carreteras, cuyas licitaciones se han triplicado hasta los 487,8 millones. Una suma, eso sí, aún insuficiente a ojos del sector.