Desde su estudio de arquitectura OMA, situado en su ciudad natal, Rotterdam, Rem Koolhaas ha capitaneado la sede de la televisión china, las tiendas de la firma Prada de todo el mundo o el pabellón de la Serpentine Gallery en Londres. Entre manos tiene la sede de la fundación de las parisinas Galerías Lafayette o la de la Biblioteca Nacional de Qatar, en Doha. En España aún no ha construido nada, pero en su entrevista a Expansión Casas yestilo de vida señala que tiene un proyecto en Córdoba –aunque el Centro de Congresos en esta ciudad fue cancelado–.
P: ¿Por qué la construcción de De Rotterdam es tan importante para la ciudad y para usted?
R: Es importante para la ciudad porque establece una masa crítica en su puerto, con lo que la ciudad es diferente. Este puerto en un tiempo funcionó, luego murió y necesita actividad y seres humanos para cobrar vida de nuevo.Para mí es importante porque estamos reconstruyendo en mi país y se ha hecho en un tipo de situación que conozco muy bien. Su localización es excepcional, en el agua y conectada por un puente muy interesante, el Erasmo. Si el edificio no fuera bueno, ni inteligente, ni bonito, sería una locura. Conozco este tipo de responsabilidad.
P: ¿Por qué tardó tanto en construirse?
R: Los dos problemas que más nos influyeron para llevar a cabo este proyecto fueron las dos crisis financieras de 2001 y 2008, por lo que el tema más importante fue cómo navegar entre esas dos crisis. La última, la de 2008, fue la más fuerte, pero se convirtió en solución porque el precio para construirlo cayó, con lo que las dificultades para hacerlo se convirtieron en posibilidades.
P: ¿En qué medida ha afectado la crisis a la arquitectura?
R: No podemos hablar de la crisis, porque en la última década ya hemos sufrido dos. La actual es más importante. Después de una crisis debemos ajustar más, todo debe ser más pensado. Es básico no usar la situación económica para que no pensemos en una forma creativa sobre Europa. Ésta es muy simplista. Es hora de que no sólo los políticos, sino todas las fuerzas y la población redefinan de forma positiva de qué forma puede crecer, no económica, sino en desarrollo.
P: ¿Es el adiós de los arquitectos estrella?
R: El término arquitectos estrella es un invento de los periodistas, creo que es una palabra estúpida. Siempre ha existido interés por hacer las cosas de forma distinta. Creo que es una cuestión de proceso mental de la humanidad, no sólo en arquitectura, sino en pintura, en la música, en la ingeniería o en la tecnología. Es realmente ridículo que el impulso se conecte ahora a la palabra estrellas porque creo que la sensibilidad no tiene que ver con la palabra estrellas.
P: ¿Qué función ha de tener un arquitecto?
R: La función de un arquitecto es construir cosas que funcionan bien y que sean bonitas. Así de simple. El futuro de la arquitectura es hacer cosas que funcionen bien, que respondan de forma inteligente a condiciones cambiantes y continuar redefiniendo lo que es la belleza.
P: ¿Por dónde pasa su futuro?
R: Es curioso que los arquitectos no podamos hacer muchos planes futuros porque dependemos de lo que nos pidan otros, pero yo particularmente estoy interesado en lo que significa hoy en día el campo. Todo el mundo tiene el foco puesto en las ciudades y nadie ha pensado en el campo. Eso es en lo que estoy pensando ahora.