Las obras para la construcción del AVE en Arabia Saudí cuentan ya con inversiones en el terreno que van más allá de la infraestructura.Renfe invertirá 73 millones de euros para instalar uno de los dos talleres de mantenimiento y reparación de los trenes que transportarán pasajeros entre las ciudades de Medina y La Meca.
La reciente visita a Arabia Saudí del Ministerio de Fomento y todas las empresas del consorcio para la construcción y explotación del AVE a La Meca se saldó el pasado mes de febrero con el mensaje del Gobierno de Riad de dar acceso a las empresas españolas a nuevos y millonarios contratos en el país en función del desarrollo de la obra.
A cambio, las empresas españolas -entre las que se incluyen Renfe, Adif e Ineco, del Ministerio de Fomento- deberán reducir al máximo las primeras desviaciones de plazo que se han producido como consecuencia de la entrega tardía de la plataforma sobre la que se montan las vías, una obra ajena al consorcio español que supone un retraso de más de cuatro meses sobre el plazo previsto.
La mayor adjudicación realizada a un consorcio de empresas españolas se logró con el compromiso personal del Rey Juan Carlosde que el AVE estaría ya funcionando en diciembre de 2016. El pasado febrero, Pastor se comprometió con las autoridades saudíes a hacer un seguimiento estricto de la obra con teleconferencias entre los dos países cada 15 días. Pero el cliente ha exigido un prototipo que ruede ya a finales de este año, lo que supone ir más allá de las actuales obras. En total, el consorcio tiene previsto instalar dos centros de mantenimiento, uno de reparaciones rápidas y pesadas en Medina y otro en La Meca para actuaciones de menor relevancia.
Además, deberá instalar un gran centro de control de operacionesrespaldado por otro suplente en caso de emergencia; sistemas de señalización ERTMS, de seguridad y de telecomunicaciones. El contrato, de más de 6.736 millones, implica la construcción y explotación de los 450 kilómetros que tendrá la línea de alta velocidad que separa ambas ciudades. Con una estimación de 244.000 pasajeros diarios a partir de 2017, Renfe operará los trenes, que serán fabricados por Talgo. El fabricante tiene previsto entregar 35 unidades de su modelo 350.
Al igual que en la fase de construcción, las empresas integrantes del consorcio español han señalado la arena del desierto como uno de los principales problemas que deberán resolver también en la fase de operación. En realidad, el tramo más crítico en este sentido supone 66 kilómetros, un 15% del recorrido. Si los ingenieros ya han encontrado la solución para que la arena no acabe enterrando el balastro de las vías, Talgo está ya desarrollando un prototipo de su modelo 350 que se adapte a las circunstancias.